Los arándanos son tan dulces y jugosos cuando están en temporada que me cuesta dejar de comerlos durante los meses de verano cálidos. ¡Son tan deliciosos! Pero, ¿sabías que si se congelan de la manera correcta, estos deliciosos bocaditos se pueden disfrutar durante todo el año? En otras palabras, significa que obtienes un sabor a verano en pleno invierno frío. Así que prepárate, ya que te voy a mostrar tres maneras super simples de tener arándanos congelados siempre disponibles y para que salgan en perfectas condiciones cada vez.
Comienza enjuagando los arándanos en un colador. Al hacerlo, también ayudará a eliminar la tierra o insectos. Drena el agua restante después de lavarlos para que no queden demasiado húmedos. Luego, simplemente extiende los arándanos sobre una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Asegúrate de que estén al menos (es decir, no apilados unos sobre otros). Después, usando una espátula, extiéndelos y refrigera la bandeja durante 2-3 horas. Congela bien esos arándanos hasta que estén duros como piedras.
Una vez que tengas tus arándanos congelados, adelante y transfórmelos a bolsas para congelador o contenedores herméticos. ¡No olvides presionar el aire fuera de las bolsas antes de sellar! Prevención de quemaduras por congelación, amigos. Luego pon la fecha en tus bolsas o contenedores. De esa manera sabrás cuánto tiempo estuvieron en el congelador. ¿Qué mejor manera de asegurarse de que los arándanos no se desperdicien y tenerlos a mano durante los próximos seis meses que congelarlos?
Los arándanos pueden echarse a perder rápidamente si permanecen en la nevera durante un período prolongado. Por una razón, puedes congelarlos para guardarlos para otro momento. Los arándanos volviéndose blandos o pastosos es una advertencia de que las frutas están en camino a la descomposición. Por lo tanto, debes congelarlos inmediatamente para evitar más pudrición. ¡De esta manera puedes guardar los arándanos para un momento menos insípido y seguir disfrutando de ese delicioso sabor!
Uno de nuestros bocadillos favoritos son los arándanos congelados, ¡especialmente en verano! Por favor, cómelos congelados para un sabor aún más refrescante, o mézclalos con otras frutas de tu congelador para hacer una ensalada de frutas. También funcionan muy bien en batidos. Simplemente córtalos en la licuadora con algo de yogur o leche y haz una pasta con ello. ¡Una forma rápida, deliciosa y saludable de tomar un refresco!
También son excelentes para ti: los arándanos congelados. Los antioxidantes son importantes porque ayudan a tu cuerpo a funcionar y mantenerse saludable. Además, los arándanos están llenos de fibra, lo que significa que ayudarán a mantener tu sistema digestivo feliz y saludable. La vitamina C es un componente crucial para tener un sistema inmunológico fuerte, y las naranjas están llenas de ella.
De hecho, algunos estudios muestran que las arándanos congelados pueden contener más antioxidantes que los frescos. Esto se debe a que, mientras el congelado mantiene los nutrientes de los productos. Por lo tanto, si tienes hambre y estás preparando algún tipo de snack saludable, ¡encontramos arándanos congelados! Foto por Alice Pasqual en Unsplash Deliciosos y buenos para ti.